me libré de la libre

No me gustan los exámenes orales. Me suelen poner nervioso. Ese cara a cara con el profesor (o profesores), la agilidad mental que debes tener al responder...; has de tener las ideas bien organizadas en tu mente para que salga algo coherente de tu boca. Prefiero algo más asíncrono, como los exámenes escritos, donde puedes pensar el tiempo que quieras (dentro de unos límites), y donde no te ven la cara que se te queda al preguntarte determinadas cosas.

Y aún me gustan menos si son de inglés. Aparte de saber lo que tienes que decir, tienes que cambiar el chip para hablar correctamente en inglés. A mí, personalmente, siempre me ocurre que o bien suelto frases gramaticalmente impecables y carentes de contenido, o bien me ciño a éste sin guardar las formas de rigor.

Todo esto viene a que ayer tuve el oral de Inglés IV, cuarto y último curso del Instituto de Idiomas de la Universidad de Sevilla, y para no perder la costumbre, me puse bastante nervioso, y por mi boca salieron varios sorry con su respiración posterior correspondiente. Afortunadamente, tuve bastante suerte, y me tocó el mismo speech que en julio (aunque al final me salió peor, paradojas de la vida) y no me quedé en blanco con las preguntas de los libros (qué vaya bazofias hay que leer a veces, no aguanto las cutreadaptaciones).

¡Y he aprobado! :) Mi primer título de inglés. Y ya he terminado los créditos de libre configuración, esos que elegimos libremente y la mayoría de la gente acaba rellenando de numerosas conferencias lo más heterogéneamente y con la máxima relación créditos/esfuerzo posible.

Terminado este examen, ¡comienzan mis vacaciones! Ah, no, espera... ¿a qué estamos hoy?

D'oh...

@ 13:09

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